El marketing ecológico se ha convertido en una estrategia esencial para pequeñas empresas que desean destacar en un mercado cada vez más consciente del medio ambiente. Adoptar prácticas sostenibles no solo ayuda al planeta, sino que también fortalece la imagen de marca y genera confianza entre los consumidores preocupados por el impacto ambiental. Este enfoque, además de ser responsable y ético, puede diferenciar a las empresas de la competencia, atrayendo a un público comprometido con la sostenibilidad.